Declaración Internacional del Partido Comunista (Marxista-Leninista) de Panamá
Bajo la falacia de la “seguridad de miles de ciudadanos residentes en Libia”, la agresiva alianza militar del Atlántico del Norte, la OTAN, se apresta a intervenir manu militari en dicho país soberano y en lucha por conquistar la libertad y la democracia. Con tal palabreja pretenden dotarse del pretexto que les faltaba para enviar sus buques de guerra, aviones y tropas para su undécima predatoria “intervención por motivos humanitarios” en daño ahora del pueblo libio.
La Secretaria de Estado Hillary Clinton, con esa bella cara de concreto que exhibe, hipócritamente ha “exigido” al gobierno de Libia el “cese de la represión masiva” en dicho país, haciéndole sentir la amenaza del garrote de la intervención militar yanqui allí. Ella se hace de la vista gorda ante las matanzas en masa de civiles, las viles torturas y asesinatos de combatientes patriotas que escenifican en Afganistán, Irak y otras partes del mundo las tropas y mercenarios yanquis, sus cipayos internos y los innúmeros centros ilegales de detención, de los por ellos calificados, de “terroristas” por el simple hecho de luchar por la independencia de sus patrias agredidas y ocupadas. En esa misma onda, el socialfascista español Zapatero y el neofascista Berlusconi, tomando la iniciativa, movilizan y concentran sus armadas en áreas del Mediterráneo central cercanas a la costa de Libia, en plan de provocadora “vigilancia”. Por su parte, Anders Fogh Rasmussen, secretario general de la alianza atlántica, títere del imperialismo yanqui, ha convocado a los embajadores de los países miembros a reunión urgente para estudiar la situación, tomar las medidas pertinentes y el avalarse el apoyo de organismos internacionales como la Unión Europea y la ONU. Todos sabemos ya lo que eso significa. La agresión y la intervención armada, como ha sido los casos de la despedazada Yugoslavia, Serbia, Afganistán e Irak, nos lo han indicado. Así como el costo que han tenido que pagar dichas naciones por tales intervenciones “humanitarias” de los imperialistas de la OTAN y de Estados Unidos de Norteamérica. ¡No dejemos eso se repita en Libia!
Los comunistas (ml) de Panamá condenamos firmemente una tal iniciativa bélica, intervencionista y genocida. Ella no tiene justificación alguna, ni es una fórmula que asegure la paz, la democracia y el pleno disfrute soberano de sus recursos naturales por parte del pueblo líbico.
Ciertamente, la confrontación entre el pueblo en justa rebelión y el masacrador Khaddafy ha alcanzado el nivel de la guerra civil, de la abierta guerra de clases. A una revolución popular democratizadora antidictatorial, rompedora de la cadenas forjada por una oligarquía burocrática y militarizada y frenadora del progreso social en la sociedad libia. Con todas las destrucciones y violencias que ello implica, eso es un asunto interno de la competencia exclusiva de los trabajadores y la sociedad libia.
Fórmula revolucionaria, de alcanzarse, chocaría evidentemente con los intereses económicos de las grandes transnacionales europeas y norteamericanas, sus inversiones y, de seguido con aquellos estratégicos de los Estados imperialistas ribereños y, en particular aquellos estadounidenses. Por lo que, pese se trate de ocultar tras la falsa bandera “por motivos humanitarios” y protección de “ciudadanos allí residentes”, no es más que una nueva agresión armada contra una nación soberana. Una descarada y cínica excusa con que ocultar su intención real de despedazar al país, pisotear con sus botas claveteadas la soberanía y la libertad, masacrar a un pueblo que sólo quiere ser libre.
A la luz de pretendida intervención “humanitaria” de la OTAN que se configura en todo y por todo en una verdadera guerra de agresión militar, no contra el tirano Khaddafy, su títere y cómplice en la depredación y saqueo de libia, sino que en daño del pueblo trabajador libio, ha impulso de Obama que sigue la senda de Bush II, de Berlusconi, Aznar y Zapatero, empeñados de siempre de imponer cadenas colonialistas contra pueblos que por su consciencia y vocación antiimperialista de siempre, se vislumbra su continuada ambición y designios de sentar las bases de la gobernanza mundial, como la construcción del imperio mundial de la superpotencia yanqui.
Por lo que, a la luz de cómo van las cosas, a estas alturas se hace casi imposible detener el movimiento de la máquina de guerra antilíbica. Los destructores de Irak, los criminales de Afganistán, los genocidas de Gazah, sólo podrán ser detenidos por la movilización de todos los pueblos del mundo, tal y como en su momento en víspera de la II guerra del golfo aunque infructuosamente.
Pese a todo, es su deber internacionalista, la clase obrera y los pueblos deben movilizarse masivamente con miras a entrabar dicha máquina de guerra e intervención armada contra los pueblos del Mahgreb en general, y de aquel líbico en particular.
¡Fuera los imperialistas del Norte de África!
¡Fuera las garras de la OTAN de Libia!
¡Fuera los imperialistas yanquis de Irak y Afganistán!
¡Fuera las bases aéreo-navales gringas del territorio de Panamá!
Comité Político del
Comité Central del Partido
Comunista (Marxista Leninista)
de Panamá
25 de febrero de 2011
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