Entre 70.000 y 100.000 personas se manifestaron el sábado en Madison, capital del estado norteamericano de Wisconsin, contra los recortes que se quieren aplicar a los trabajadores del sector público, que incluyen la práctica eliminación del derecho a la negociación colectiva. Ese estado está asistiendo a las mayores movilizaciones desde la guerra de Vietnam, y las protestas obreras se están extendiendo por toda la geografía de Estados Unidos.
Leído en GARA
El estado norteamericano de Wisconsin está asistiendo en los últimos días a las mayores movilizaciones en décadas, concretamente, desde las protestas contra la guerra de Vietnam en la década de los 70. Desde entonces, este estado del Medio Oeste no había conocido demostraciones de fuerza como las que de la mano de los sindicatos están denunciando los recortes salariales a los trabajadores del sector público.
Además, las movilizaciones se están extendiendo a otros estados de EEUU, donde miles de obreros y estudiantes están uniéndose a las protestas. Entre 70.000 y 100.000 personas, según las estimaciones policiales, se reunieron el sábado ante las puertas del Capitolio estatal en Madison. Esa protesta tuvo eco en los 50 estados del país gracias a plataformas ciudadanas como MoveOn.org, que busca impedir el contagio que causaría la aprobación de la medida de Wisconsin en otros estados donde se debaten propuestas similares, como Indiana, Ohio, Iowa, Idaho, Tennessee y Kansas.
En Colorado, alrededor de mil manifestantes que llevaban pancartas y gritaban «el poder del pueblo» se reunieron el sábado en el Capitolio estatal en solidaridad con Wisconsin, mientras que en Olympia (Washington), dos manifestaciones convocadas por distintos sindicatos sumaron más de dos mil asistentes. Las manifestaciones se repitieron a las puertas del Congreso de Kansas, Vermont, Nuevo Hampshire y Rhode Island, así como en la capital estadounidense, donde se concentraron cientos de personas, según el «Washington Post». Esta capacidad movilizadora de los sindicatos ha sorprendido a numerosos analistas estadounidenses, poco habituados a este tipo de movilizaciones obreras.
A pesar de estas movilizaciones, el gobernador de Wisconsin, el republicano Scott Walker -elegido en 2010-, aseguró el sábado que continuará impulsando una medida que impondría recortes a los trabajadores públicos y elimina el derecho a la negociación colectiva. Walker, defiende que su propuesta es necesaria para achicar un déficit de 137 millones de dólares y dijo que Wisconsin está arruinado.
Además, las movilizaciones se están extendiendo a otros estados de EEUU, donde miles de obreros y estudiantes están uniéndose a las protestas. Entre 70.000 y 100.000 personas, según las estimaciones policiales, se reunieron el sábado ante las puertas del Capitolio estatal en Madison. Esa protesta tuvo eco en los 50 estados del país gracias a plataformas ciudadanas como MoveOn.org, que busca impedir el contagio que causaría la aprobación de la medida de Wisconsin en otros estados donde se debaten propuestas similares, como Indiana, Ohio, Iowa, Idaho, Tennessee y Kansas.
En Colorado, alrededor de mil manifestantes que llevaban pancartas y gritaban «el poder del pueblo» se reunieron el sábado en el Capitolio estatal en solidaridad con Wisconsin, mientras que en Olympia (Washington), dos manifestaciones convocadas por distintos sindicatos sumaron más de dos mil asistentes. Las manifestaciones se repitieron a las puertas del Congreso de Kansas, Vermont, Nuevo Hampshire y Rhode Island, así como en la capital estadounidense, donde se concentraron cientos de personas, según el «Washington Post». Esta capacidad movilizadora de los sindicatos ha sorprendido a numerosos analistas estadounidenses, poco habituados a este tipo de movilizaciones obreras.
Negociación colectiva
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