Gari MUJIKA | Gara
Todos los límites de lo absurdo han saltado ya tras las actuaciones policiales y judiciales contra las muestras de solidaridad hacia los represaliados políticos, de modo que decenas de hernaniarras quisieron responder con humor a la prohibición que impuso el juez español Grande-Marlaska sobre un torneo de futbito, una partida de mus y la comida previstos para ayer.
Tras el veto de la Audiencia Nacional, sus promotores anunciaron la suspensión de los tres actos. Pero a la Ertzaintza no le debió parecer suficiente, ya que en su segunda irrupción en el centro del pueblo realizó una dura carga contra decenas de jóvenes en camiseta y pantalones cortos que chutaban unos enormes balones de gomaespuma.
En torno a las 12.00, decenas de jóvenes vestidos de futbolistas, en camiseta y pantalones cortos, se congregaron en la plaza de los Tilos para patear balones de gomaespuma habituales en las ferias. Evidentemente no pretendían realizar un torneo, sino responder con humor al veto de Grande-Marlaska.
Pero duró poco. Cuando una dotación policial vio a varios jóvenes chutando, la Ertzaintza ocupó rápidamente la plaza e identificó a una persona.
«Muslariekin elkartasuna»
Los agentes vieron dos pancartas enrolladas en el suelo y creyeron haber descubierto un filón, así que llamaron a comisa- ría. Pero allí sólo se leía: «Muslariekin elkatasuna. Kaxkoko Tute Komitea» y «Jugamos todos o pinchamos el balón. Florentino fíchame». Por un momento, en los uniformados pareció hacer efecto el sentido del ridículo, ya que se retiraron del lugar sin palabra alguna.
Con una portería móvil, los cerca de cincuenta futbolistas siguieron con su parodia recorriendo las principales arterias del municipio guipuzcoano. Cuando llegaron a la rotonda de Zinkoenea, el míster del equipo ordenó a los jugadores que calentasen. Así que comenzaron a correr, a realizar estiramientos, a ensayar el disparo... Pero tampoco entonces. Decenas de policías pertrechados con material antidisturbio acudieron rápidamente también a «calentar», pero esta vez a su manera.
Los jugadores, con humor, subieron calle arriba con sus balones amenizando las calles, a mediodía repletas de gente.
Sin titubear, la Ertzaintza cargó a pelotazos, a corta distancia. La tensión aumentó cuando retuvieron a un joven e hirieron a otro. Mientras, más policías tomaban posiciones entre carga y carga. Luego se marcharon.
Pero el humor y la reivindicación no cesaron en Hernani. Ya por la tarde, más de una veintena de parejas jugaban al mus en las calles, sabedores de que una partida no comienza con un órdago.
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