jueves, 6 de agosto de 2009

Batería de argumentos contra un TAV «que se puede y debe parar»

Conocidos militantes contra el proyecto del TAV como Iñaki Barcena, Iñaki Antiguedad, Helen Groome o Josu Larrinaga multiplicaron ayer los argumentos en favor de la paralización en la presentación del libro «TAV: las razones del no». Barcena fue contundente cuando se le planteó si hay tiempo para ello: «Sí, no sólo se puede, sino que se debe parar».

Ramón SOLA | Gara

Más que una presentación al uso fue una mesa redonda espontánea en la que los argumentos contra el TAV se intercambiaban, se solapaban y se sumaban. Argumentos de todo tipo, desde los medioambientales hasta los económicos o los democráticos. Muchos son conocidos hace tiempo, pero otros han nacido en los últimos meses, como la crisis económica que genera otras prioridades o la negativa del Estado francés a dar continuidad a la «Y vasca».

Todas estas voces se cruzan en «TAV: las razones del no», editado por Txalaparta y coordinado por Iñaki Barcena y Josu Larrinaga. Allí aportan sus razones profesores como Roberto Bermejo, Mario Zubiaga o Alejandro Arizkun, militantes ecologistas como Luis Iriarte y Víctor Pachón, e incluso un escritor como Pako Aristi que narra una entretenida anécdota de la India para ilustrar el diferente concepto del valor del tiempo y la velocidad en nuestra sociedad y en otras. Como dijo Iñaki Antiguedad, todos ellos aportan «una batería de argumentos» destinada a ejercer como «ventilador» para el debate ideológico de fondo que precisan este y otros macroproyectos.

La presentación dio pie a un fluido debate y reflexiones cargadas de actualidad. A Barcena se le preguntó, por ejemplo, si aún hay tiempo para detener el macroproyecto: «Sí, no sólo se puede, sino que se debe». Se vio en la necesidad de recordar una vez más que «nosotros no estamos en contra del tren. Pero la paradoja es que hoy tenemos menos kilómetros de vía que hace 100 años».

Todos incidieron en la necesidad de racionalizar la cuestión y de impulsar el debate que nunca ha existido. En este contexto, Iñaki Antiguedad dejó otra frase candidata a titular: «Se dice que vivimos en la sociedad de las autopistas de la información, pero lo que hay en realidad es muchas autopistas y muy poca información». Resaltó el contrasentido que supone que tecleando en internet «puedas saber la temperatura media de los últimos diez minutos en Hong-Kong» y que sea imposible, en cambio, obtener respuestas sobre aspectos del TAV.

Josu Larrinaga puso el acento en otro riesgo muy actual: que el TAV se imponga «como cuestión de Estado. Sería muy triste que se gastara mucho dinero por esa razón de Estado y que luego hubiera que gastar otro mucho dinero en demolerlo». Habló de «perversión del debate», algo en lo que abundó Antiguedad: «Aquí te toca demostrar como opositor lo que ellos, con todos sus presupuestos, son incapaces de defender».

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