sábado, 22 de mayo de 2010

Sakana reaccionó ayer al golpe recibido con la marcha de Gamesa, uno más entre los muchos sufridos en los últimos meses, con una jornada de paro y mov

Sakana reaccionó ayer al golpe recibido con la marcha de Gamesa, uno más entre los muchos sufridos en los últimos meses, con una jornada de paro y movilización, que cosechó un gran seguimiento. Más de 2.000 personas marcharon para reclamar el fin de la desindustrialización de una comarca que ya acumula 1.500 parados y donde, en el último año, el desempleo se ha disparado en un 43%. La población más castigada es Altsasu, donde el paro roza el 23%.

Leído en GARA

Sakana dio ayer una respuesta contundente en los polígonos y en las calles de Altsasu contra la desorbitada destrucción de empleo del último año. La plataforma Sakanan Bizi eta Lan, apoyada por LAB, sacó ayer a la calle a 2.000 personas y paró durante dos horas todos los comercios de Altsasu, Etxarri Aranatz, Arbizu, Lakuntza y el 90% de establecimientos de Irurtzun, según datos de los convocantes. Las protestas continuaron por la tarde con concentraciones en todos los pueblos de Sakana.

Después de la marcha de Gamesa y los 21 despidos de Barranquesa (en Lakuntza), la comarca vive una situación crítica. Su cifra de parados se eleva por encima de los 1.500 y la tasa de desempleo en Altsasu ronda el 23%. «Esta situación viene de antes, la decadencia comenzó con la marcha de UFESA, que dejó muy deteriorado el polígono de Etxarri. Ahora, con la crisis, la política de UPN, su falta planes, ha llevado al valle a un descalabro industrial», explicó Gaizka Uharte, responable de LAB en Sakana.

Aunque faltaban autoridades en las calles, como el alcalde de Altsasu y gran parte de los concejales, la iniciativa de Sakanan Bizi eta Lan, obtuvo un enorme respaldo popular. En la marcha por las calles de Altsasu había trabajadores, jubilados, padres y madres con niños pequeños y muchos jóvenes (pararon las ikastolas de Etxarri, Iñigo Aritza la escuela infantil de Txioka, y gran parte del profesorado de los colegios e institutos públicos de Altsasu). «Hay que dar una respuesta firme, concienciarnos. Éste es un primer paso, un impulso. El Gobierno cierra aquí las empresas, porque sabe que no tiene votos y cree que tendrá un coste menor», explicó Pablo Burgi, un jubilado que acudió desde Irurtzun.

Abandono gubernamental

El paro fue total en una quincena de industrias, además de en los servicios sociales de base del Ayuntamiento de Altsasu, en la Mancomunidad de Sakana y en los Ayuntamientos de Olazti y Etxarri Aranatz. En fábricas como Sapa, Hydro Saprem, Goilak y Albaitaritza obtuvo un amplio respaldo.

Igor Arroyo, responsable de LAB en Nafarroa, denunció que «el Gobierno de Nafarroa, destina su dinero a infraestructuras innecesarias y, mientras tanto, somete al abandono a las comarcas de Sakana y Bortziriak. Estas dos comarcas, con una importante tradición industrial, se están llevando la peor parte de la crisis. Y no es por casualidad».

Sunsundegi, crítica y extrañeza

«La gente quiere salir, pero no sé cuántos saldremos al final, porque el comité no lo apoya. ELA y UGT no dicen nada. Yo no lo entiendo bien», explicaba un trabajador de Sunsundegi minutos antes de que comenzara el paro. Finalmente, en esa empresa de 285 trabajadores, se sumaron a la protesta unos 60. Oskar Telletxea, delegado de LAB en esa fábrica, expuso la delicada situación que vive Sunsundegi: «El Gobierno ha asumido la dirección de la empresa y trata ahora de relanzarla. De momento, aguantaremos hasta final de año. Pero no se nos garantiza nada para 2011». Telletxea denunció que, durante los últimos meses, en Sunsundegi «se han metido 6.000 horas extras. Eso es una indecencia en un comarca con 1.500 parados».

La comarca ha vivido una cadena de cierres que ha desestructurado el tejido industrial: 105 despidos en Dinescon, 70 de Recindsa, 40 de GN y 100 en Isphording. El último golpe recibido ha sido el de la planta de Gamesa que, tras una intensa lucha sindical, se ha cerrado con 79 despidos (43 mujeres, 20 de ellas con reducción de jornada, y 36 hombres) y la deslocalización de otros 71.

Además de esto, la empresa Arfe se enfrenta al segundo expediente de regulación, según explicaron los trabajadores, apenas saca adelante producción. En Eguzkia, una empresa de piezas para automóvil, se barajan otra decena de despidos. En total, 3000 trabajadores están afectados por ERE.

Relanzar, pero con sensatez

A la marcha de ayer se sumaron los alcaldes de Arbizu y Lakuntza. Ambos se mostraron muy críticos con los anuncios lanzados desde el Gobierno para relanzar la industria. Cargaron contra el anuncio de crear un macropolígono de un millón de metros en Altsasu, cuando los pueblos de alrededor han realizado también fuertes inversiones para dotarse de suelo industrial. Ambos alcaldes recordaron que la gestión de ese suelo quedará en manos del Gobierno de Navarra, para que lo ceda a las empresas que considere oportuno «sean contaminantes o no, sean las que la comarca necesita o no. No tendremos voz para elegir qué queremos».

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