Unión Obrera Comunista (mlm), ColombiaDesde hace dos décadas, en Colombia se ha retomado la tarea de arrebatar de las manos de los liberales, socialdemócratas y hasta conservadores la conmemoración de éste, el día Internacional de la Clase Obrera. Han sido años en los cuales, cada Primero de Mayo se ha expresado la lucha de los revolucionarios por inculcar nuevamente entre los proletarios la ideología que les pertenece por derecho propio, que es inherente a su condición de clase productora de la inmensa mayoría de la riqueza social, y por ser, en ese orden de ideas, la clase más revolucionaria del mundo. Contra ello, los reaccionarios y los apologistas del capitalismo, han hecho muchos esfuerzos por mantener al movimiento obrero maniatado a sus designios, impotente para la lucha, resignado a esperar las migajas que a bien tengan darle los explotadores. Pero eso se ha ido superando, la consigna de “Proletarios de todos los países, Uníos” cada año se funde con más fuerza en las conciencias y los corazones de millones de proletarios que en todos los países se dan cita el 1º de Mayo para recordarle al mundo capitalista que su fin está cerca, y que sus sepultureros se están preparando para enterrarlo definitivamente.
Por ello llamamos a organizar los Comités Pro-Primero de Mayo en Colombia, donde los obreros conscientes y los revolucionarios deben tomar la iniciativa, jugar el papel de vanguardia y sin titubeos, darle forma en lo inmediato a los Comités que unan a todos aquellos que estén dispuestos a continuar con esta loable labor de rescatar el Primero de Mayo bajo las siguientes premisas:
Que sea Internacionalista. Es decir que reconozca que ese día es, por excelencia, el día en que las manos de todos los proletarios del mundo se juntan en una sola fuerza para recordar que por encima de muchas diferencias, todos pertenecen a una misma clase mundial: la Clase Obrera. Y por ello, los une unos mismos objetivos, unos comunes intereses y unos mismos enemigos.Derivando por ahí derecho que tienen entonces una misma tarea: acabar de una vez y para siempre con la explotación capitalista y con la dominación imperialista, que son sus comunes enemigos.
Que sea revolucionario. Es decir, que reconozca y esté dispuesto a luchar por que la clase obrera mire hacia delante, que no observe con melancolía el pasado del capitalismo naciente, sino que trabaje abnegadamente por avanzar hacia la sociedad del futuro, donde se haga corresponder el carácter socialista como se produce en el capitalismo, con la propiedad socialista, que es lo que traerá el futuro de la humanidad; y que por tanto comprenda que el papel de la clase obrera no es el de curandera de un moribundo sistema, y en consecuencia no lucha por simples reformas o como comúnmente se le llaman “pañitos de agua tibia”. La clase obrera no es reformista, la clase obrera es revolucionaria, y debe entender que si bien, la lucha por reformas es necesaria, ella sólo es aceptable en la medida en que contribuya a mejorar las condiciones para la lucha por la revolución; no es, por consiguiente, un fin en sí misma. Lo inherente a la clase obrera es la lucha por la revolución.
Que luche por la independencia de clase. Es decir que reconozca que la clase obrera es y tiene derecho a luchar por sus intereses, propios y diferentes a otras lo cual no quiere decir que no pueda hacer alianzas, siempre que éstas sean beneficiosas y necesarias para el triunfo del trabajo sobre el capital, pero las alianzas no presuponen la dilución de sus intereses en los de otras clases.
El proletariado no solo tiene sus propios intereses, sino sobre todo, son los únicos intereses que pueden darle solución a los problemas no sólo de él, sino de todo el pueblo; eso hace que sea la clase más revolucionaria y por tanto la clase que con mayor urgencia necesita organizarse como Partido independiente y dejar de ser así instrumento o cargaladrillo de otras clases.
Por eso, la tarea inmediata es convocar la creación de Comités Pro-Primero de Mayo en todo el país, definir unos lineamientos y un plan que permita arribar a la manifestación con un acumulado de trabajo en la agitación, la propaganda y la organización, que logre impregnar a la manifestación un verdadero sello de clase, y que de esta forma se avance en la conquista de esta jornada para la clase obrera mundial.
Los comunistas en Colombia tienen además la obligación de denunciar este año a los politiqueros que pretenden que la clase obrera renuncie a su lucha directa y se resigne al juego de la democracia burguesa; deben desplegar la iniciativa para avanzar en tareas como: la Conferencia Internacional de los Marxistas Leninistas Maoístas, la preparación del Congreso de Fundación del Partido, la lucha contra el revisionismo y el centrismo y el apoyo a la Guerra Popular en la India; todas ellas tareas que en un futuro no lejano, no sólo serán de los comunistas, sino de toda la clase obrera mundial.
Revolución Obrera
Edición 291-Marzo 2010
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