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Los días que se avecinan resultan especialmente duros para la familia Berrueta Mañas, y en esta ocasión traen un sufrimiento añadido. Según revelaron ayer los vecinos de Donibane en una comparecencia en la que estuvieron la viuda y los hijos del panadero y miembro de Gurasoak, los dos autores materiales de su muerte ya disfrutan de permisos carcelarios.
Al policía Valeriano de la Peña, autor del disparo que mató a Angel Berrueta, se le impuso una pena de 20 años de cárcel. A su hijo José Miguel, que lo acuchilló, le condenaron a 15. Aún no han pasado seis años desde aquel fatídico 13 de marzo de 2004 y ambos ya pisan la calle. Según se detalló ayer en Iruñea, el hijo goza de permisos desde diciembre pasado y el padre, desde este mes de marzo. Por lo que respecta a la mujer del policía, Pilar Rubio, promotora del incidente al intentar colocar un cartel contra ETA en la panadería, no ha pisado la cárcel. El Tribunal Supremo anuló una condena de diez años impuesta inicialmente en Iruñea.
La viuda, Mari Carmen Mañas, confirmó que ambos han sido vistos por la calle y manifestó su malestar, aunque a estas alturas ya pocas cosas puedan sorprender a la familia. Sí resaltó que no han sido avisados de esta puesta en libertad, pese a que hubo ocasión para ello el pasado mes de febrero, cuando se les hizo acudir a la Audiencia de Iruñea para dar su opinión sobre una petición de indulto que ha sido admitida a trámite. Los vecinos también se declaran «asombrados y perplejos», además de preocupados.
Y es que en estos seis años la familia no ha dejado de recibir amenazas e insultos, según ha denunciado en varias ocasiones. «¿Quién garantiza la seguridad de los familiares en el caso de que se topen en la calle con éstos?», preguntan los vecinos. Al hilo de ello, recuerdan que «son varias ya las veces en que Mari Carmen Mañas ha tenido que soportar la presencia intimidatoria de Pilar Rubio a las puertas de la casa de su madre».
Así las cosas, los vecinos de Donibane y los muchos amigos de Angel Berrueta y sus familiares reiteran que no piensan callarse ante la sucesión de injusticias y que seguirán respaldan- do a la familia. Así ocurrirá de nuevo este próximo 13 de marzo, que toca sábado, igual que el día de 2004 en que se produjo el ataque mortal contra el panadero, apenas dos días después de los atentados del 11 de marzo en Madrid y en la víspera de las elecciones estatales.
Se ha convocado una concentración a las 18.00 en la calle Martín Azpilikueta, frente a la antigua panadería de Angel Berrueta. Y además, Gurasoak ultima la edición de un libro que dará testimonio de este caso que aún duele mucho en Iruñea y toda Euskal Herria.
Imanol Berrueta, golpeado e imputado por las FSE
Otra constante de estos seis años ha sido la presión policial sobre la familia Berrueta, que se ha traducido en provocaciones en la calle, insultos y amenazas por teléfono e incluso en agresiones puntuales. En su día, un hijo del panadero ya fue golpeado en una intervención de la Policía Foral y la Policía española en la «herriko taberna» de Alde Zaharra de Iruñea. Otro enfrentamiento verbal se produjo durante una jornada de huelga. Y ahora, Imanol Berrueta Mañas va ser juzgado tras una confusa operación policial en Donibane que los vecinos enmarcan en realidad en esta campaña de hostigamiento.
Según detallaron, «la Policía Nacional realizó una redada en un bar que muchos de los presentes pudimos observar que no era antidroga, como decían. Fue un continuo ensañamiento hacia la persona de Mari Carmen Mañas y su hijo Imanol. No pararon de molestar a la viuda de Angel, con continuas provocaciones y burlas hacia su marido, y agrediendo físicamente a Imanol».
Ahora, unos meses después, el joven ha conocido que existe una imputación en su contra, de modo que «además de ser atacado y machacado se convierte en culpable, porque al final el testimonio policial es lo único que vale».
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