sábado, 20 de marzo de 2010

Experiencias del Partido Comunista de Filipinas en la organización de los obreros por la revolución

Leído en el blog comunista ODIO DE CLASE

Partido Comunista de las Filipinas (PCF)


Las Filipinas es un país semicolonial y semifeudal, dominado por los imperialistas estadounidenses, la burguesía compradora, los terratenientes y los capitalistas burocráticos. Estos intereses creados explotan a amplias masas de la poblacion. El imperialismo estadounidense y el feudalismo doméstico son los principales problemas de los que las masas del pueblo aspiran a liberarse.

La clase trabajadora filipina ha crecido significantemente en número y experiencia desde el último periodo del dominio colonialista español. Pero un mayor crecimiento ha sido truncado debido a las limitaciones en la industrialización local y el énfasis en la producción de materia prima y últimamente, simplemente en instalaciones de ensamblado, nuevas plantaciones y negocios con el control de capitalismo monopólico extranjero. La clase trabajadora filipina sufre de sueldos extremadamente bajos y la nación completa de falta de oportunidades económicas como resultado de la repatración de los superbonos de las Filipinas por los monopolios extranjeros y a los pagos de empréstitos a los bancos imperialistas.

En este periodo de la historia filipina, el antiguo tipo de revolución democrática nacional ya no es suficiente. La era del imperialismo ha invalidado el liderazgo de la burguesía. Esto se demostró claramente cuando la dirección de la burguesía liberal de la revolución de 1896 capituló ante la conquista armada de las Filipinas por el imperialismo estadounidense.

La clase dirigente de la revolución filipina está ahora en manos de la clase trabajadora. El Partido Comunista de las Filipinas (PCF) es el destacamento más avanzado de la clase trabajadora para liderar la revolución filipina de ahora en adelante.

Hay un solo camino que la clase trabajadora debe tomar bajo la dirección del Partido Comunista de las Filipinas. Es el camino de la revolución armada para aplastar la contrarevolución armada que mantiene la opresión extranjera y feudal en las Filipinas.

Al promover la revolución armada, la clase trabajadora confía principalmente en el apoyo de su aliado más cercano, el campesino. Los campesinos son la fuerza principal de la revolución democrática del pueblo. La lucha del campesino por la tierra es el contenido democrático principal en la etapa presente de la revolución filipina.

La clase trabajadora y el Partido Comunista de las Filipinas no pueden llevar a cabo ambos, democracia y socialismo, al mismo tiempo. Primero, el partido debe lograr una nueva revolución democrática nacional, una revolución democrática del pueblo en las condiciones semifeudales y semicoloniales de las Filipinas antes de alcanzar la etapa de revolución socialista. El socialismo no puede alcanzarse inmediatamente si el pueblo filipino, bajo el liderazgo de la clase trabajadora, tiene que liberarse todavía de la opresión extranjera y feudal.

El programa general inmediato del pueblo filipino y el Partido Comunista de las Filipinas es una revolución democrática del pueblo, y el programa máximo a largo plazo es el socialismo.

La lucha armada revolucionaria es la forma principal de lucha porque responde la cuestión central de la revolución que es la toma del poder. Es el método principal para aplastar la maquinaria militar burocrática del estado contrarevolucionario. Pero las formas legales de lucha son importantes e indispensables aún si éstas son secundarias al no ser los medios directos para tomar el poder político.

El PCF pudo ser reestablecido en 1968 y pudo lanzar la revolución armada en 1969, pues desde 1961 los revolucionarios proletarios ya habían desarrollado el movimiento legal de masas urbanas, con un caracter antiimperialista y antifeudal. Antes de los 60s hubo una década de intensa reacción que paralizó a este movimiento y aisló los remanentes del movimiento revolucionario armado que habían sido derrotados a principios de los años 50s.

El movimiento democrático legal de masas de 1961 a 1968 permitió al recién reestablecido partido ampliarse entre la nación y enraizarse profundamente entre las masas. Desde 1969, el CPP ha coordinado el movimiento democrático legal de masas urbanas y el movimiento revolucionario armado rural. Trabajadores y estudiantes fueron al campo a servir en el ejército del pueblo. Fueron indispensables en reforzar las fuerzas revolucionarias en el campo.

Un fuerte movimiento legal de masas en la ciudad puede dar un apoyo vital a las fuerzas revolucionarias en el campo y prevenir su aislamiento. A su vez, las fuerzas revolucionarias en el campo inspiran y apoyan el movimiento legal de masas. La existencia del ejército del pueblo garantiza a la gente en las ciudades y en el país completo, que ellos tienen el instrumento con el cual pelear y vencer al enemigo.

Después de que los revolucionarios proletarios emprendieron la lucha armada revolucionaria como la forma principal de lucha en 1969, nunca dejaron de poner atención a la importancia necesaria y debida de desarrollar aún más el movimiento legal de masas urbanas. El proceso de desarrollar este movimiento, atrayendo a los cuadros y activistas más avanzados de las filas de los trabajadores y estudiantes, y desplegando e incrementando el número de ellos en el campo, continuó.

La Ley marcial no pudo suprimir a las fuerzas revolucionarias en las áreas urbanas puesto que habían crecido en fuerza en la línea ideológica y politica correctas . Muchos de los cuadros legales y activistas de masas se pasaron a la clandestinidad urbana o se unieron a las fuerzas revolucionarias en el campo.

Aunque es secundaria a la lucha armada, en lo que respecta a la cuestión de la toma del poder político, el movimiento legal de masas urbanas desarrolla funciones sin las que la revolución democrática nacional y la lucha armada pueden ser debilitados o aún vencidos. Pregona a gran escala entre el pueblo y a la nacion, el mensaje de protesta y revolución con mayor capacidad que las unidades del ejército del pueblo. Entrena y templa a los cuadros y activistas legales y los inspira a participar aún más en el movimiento de masas revolucionario, uniéndose a la lucha armada en el campo.

Situación de la clase trabajadora filipina

Contrario a las declaraciones del gobierno reaccionario que dicen que hay un desempleo del 7.1% -es una declaración ridícula que un país subdesarrollado tenga menos desempleo que uno altamente desarrollado como Francia, con 10%- el desempleo real se corre al 40% de la fuerza laboral. Para aquellos que tienen trabajo, sus salarios permanecen bajos mientras que los precios de los artículos de consumo y los servicios públicos están constantemente en aumento.

Los derechos de los trabajadores para negociar colectivamente y a las huelgas son restringidos. El Departamento del Trabajo y el Empleo (DOLE) a menudo se pone del lado de los capitalistas en disputas laborales. Las compañías cotidianamente recurren al rompimiento de sindicatos. Las armas policiacas, militares y de las compañías son usadas para dispersar violentamente a los trabajadores del frente huelguista. La corte es usada para incriminar a los huelguistas y a sus líderes.

Con el llamado Acto de racionalización del salario (Wage Rationalization Act), los salarios son pagados a un nivel que puede difícilmente cubrir las necesidades de sobrevivencia básicas de un trabajador. El salario promedio en Manila es de 5 euros al día. Esto es muy bajo comparado con el costo de vida de una familia de seis personas de 11 euros al día. En las industrias electrónicas, de prendas de vestir, y textiles, donde casi el 90% de los trabajadores son mujeres, los salarios son muy bajos. En prendas Howung, por ejemplo, el promedio diario es de 1.60 euros al día.

Los grandes capitalistas maximizan sus ganacias forzando las aceleraciones, alargando las horas de trabajo y poniendo cuotas de producción excesivamente altas a cada trabajador. El gobierno reaccionario tiene virtualmente concedido el permiso a las firmas de negocios de violar el día de trabajo de ocho horas a través del Departamento consultivo no. 2 emitido por el DOLE, que da un status legal a la política de "semana de trabajo comprimida". Esta política permite a los empleadores forzar a sus trabajadores a rendir más de las ocho horas de trabajo diarias. Aún peor, a los trabajadores no se les paga las horas extra ni la diferencia al pasar a turno nocturno cuando se exceden de las ocho horas diarias.

El 2 de agosto de 2004, Reynaldo Aguba, de 29 años y trabajador contractual en Masuda, Filipinas, murió después de trabajar continuamente por 32 horas. El doctor dijo que murió de agotamiento en el trabajo. Masuda está involucrado en la producción de autopartes para compañías como Honda Motors, Isuzu y Toyota Motors -todas compañías de carro japonesas. No se investigó y se les dijo a los trabajadores que debían guardar silencio acerca del incidente o perderían sus trabajos.

En Fashion House Garments, mil 200 trabajadores (95% de ellos mujeres) trabajan con permanencia contractual. Son forzados a menudo a trabajar a tiempo extra de 24 horas. La administración les da bonamine, una medicina contra el mareo a menudo usada por viajeros, cuando los trabajadores se quejan de mareos y los hacen vencer la fatiga y mantenerlos despiertos.

En las zonas económicas especiales se implementa la "política de no sindicato, no huelga". El así llamado sistema tripartita de gobierno, capital y trabajo es usado para promover la política de trabajo barato y dócil en la premisa tediosa de que esto atraería las inversiones extranjeras.

La orden departamental no. 57-04 del DOLE permite la observación "voluntaria" de estándares laborales por las firmas de negocios. Esto ha preparado el camino para la contractualización que viola el derecho al seguro de tenencia, la obligación a tiempo extra que ha hecho el día de trabajo de 12 horas la norma, la no implementación del salario mínimo y muchos otros. El gobierno también ha abolido prácticamente el derecho de los trabajadores a la huelga. Constantenement emplea la antitrabajadora "adopción de jurisdicción o AJ", estipulación del código laboral donde el DOLE toma la jurisdicción de las disputas laborales para detener todas las huelgas.

La seguridad laboral y las condiciones salariales de todos los trabajadores regulares están fuertemente minadas con la aprobación y el estímulo dados por el "código laboral" para que los empleadores tomen "aprendices" y "principiantes" con salarios muy por debajo del salario mínimo y arrienden aspectos de una empresa a contractores que no están limitados por la ley del salario mínimo. Trabajadores regulares están siendo forzados a renunciar o a retirarse antes sólo para ser reemplazados por trabajadores peor pagados. Para explotar a los "aprendices" y "principiantes", se les da incluso tasas de deducción como incentivos a los grandes capitalistas.

La represión fascista está en alza. En el 2005, un total de 179 asesinatos políticos fueron documentados por grupos de derechos humanos, excluyendo a 52 objetivos que sobrevivieron a los intentos de asesinato. Treinta y uno de los asesinados eran sindicalistas y organizadores de comunidades urbanas pobres. Una víctima importante fue Diosdado "Ding" Fortuna, el presidente del sindicato de trabajadores de Nestlé, y también el presidente de PAMANTIK (Unidad de trabajadores del sureste de Tagalog) -el cabildo regional del KMU en el sureste de Tagalog.

Se emplean métodos brutales para suprimir el ejercicio de derechos laborales incluyendo la masacre de huelguistas, como en la hacienda Luisita y en la mina Lepanto, donde el ejército reaccionario disparó y mató a muchos trabajadores. El ejército y la policía nacional de Filipinas son usados para dispersar los frentes de huelga como en Nestlé Filipinas, Sun-Ever Light y otras fábricas con huelgas prohibidas.

La escalada de violaciones de derechos laborales siguió a la declaración de guerra del presidente Arroyo contra los sindicalistas, llamándolos enemigos que ... "aterrorizan a las fábricas que crean empleos" en un discurso ante dirigentes de negocios el 6 de agosto del 2002. El año siguiente, la Comisión de sindicatos y derechos humanos documentó un total de 95 casos de violación de los derechos políticos y civiles de los trabajadores, cuyas víctimas ascendieron a dos mil 558 individuos. En el 2004, el número de casos aumentó a 121 y las víctimas a 23 mil ocho.

Despertar, organizar y movilizar a los trabajadores para la revolución

Nuestro trabajo organizador entre los trabajadores es congruente con nuestro principio marxista-leninista de que la clase trabajadora es la clase líder en la revolución filipina. Los incitamos y organizamos con base en sus necesidades y demandas y traemos a nuestro propio partido, el Partido Comunista de las Filipinas, a los mejores elementos de sus filas.

Al conducir el trabajo de masas entre los trabajadores, el primer paso es hacer una investigación social. Comenzamos haciendo amistad con algunos trabajadores de una fábrica o línea de trabajo dada y sostenemos unas series de pláticas con ellos acerca de su trabajo y condiciones de vida. Los pocos amigos con los que comenzamos tienen sus propios amigos en el mismo lugar de trabajo. Así, es siempre posible expandir nuestra fuente de información siempre que una ronda previa de pláticas parezca insuficiente.

Es necesario un buen conocimiento de las leyes reaccionarias que tienen que ver con los sindicatos y los trabajadores. El trabajo y las condiciones de vida actuales de las masas trabajadoras son tan malos que ciertas disposiciones de estas leyes pueden invocarse y usarse para mejorarlos. Nuestra investigación social cubre cosas como la seguridad en el empleo, conformidad con la ley del salario mínimo, cuidado dental, el sistema de promociones, el número de trabajadores regulares y no regulares, los departamentos de secciones del trabajo, las ganancias hechas por la compañía, la necesidad de un sindicato verdaderamente preocupado por el bienestar de los trabajadores, y más del estilo.

Tratamos de ser buenos aprendices de los trabajadores. Al mismo tiempo, informamos a los trabajadores el cómo están siendo explotados y lo que ganan organizando un sindicato y demandando la conformidad de los empleadores con disposiciones de la ley que sean benéficas para los trabajadores. En el curso de la investigación social, no acumulamos solamente datos y una lista al final con las demandas de los trabajadores. También desarrollamos relaciones cercanas con los entrevistados y escogimos de entre ellos a los que pueden iniciar un trabajo organizativo.

El grupo de conexión de los trabajadores está conformado por aquellos con los que establecimos relaciones desde el principio. Este grupo secreto puede presentarnos a más trabajadores, que vienen de cada parte mayor de una empresa, tal que podemos formar un grupo organizado secreto en cada una de esas partes.

El próximo paso es formar el comité organizador de trabajadores atrayendo a los representantes o a los mejores elementos de los grupos organizados. A cada paso, profundizamos en nuestra investigación social y proveemos de educación política e instrucciones apropiadas a los trabajadores que contactamos y organizamos.

El comité organizador de trabajadores retiene a los grupos organizados como sus subsidiarios y mejora su composición siempre que sea necesario. Para el momento que el comité esté establecido, estará listo para atraer la lista de las demandas de los trabajadores, que se tienen que ganar antes de que los empleadores y sus agentes se enteren. Sólo son necesarios dos o tres cuadros capaces del partido para trabajar en el comité.

El comité organizador puede ser formado antes del grupo organizado de trabajadores sólo en los casos donde creemos que los miembros son capaces y confiables al menos por una trayectoria sindical honesta. Tales casos ocurren si el objetivo es el de formar un sindicato donde no hay ninguno, transformar uno ya existente o poner en competencia uno contra otro completamente desacreditado.

El comité organizador de trabajadores y sus grupos de organización son buenos medios para entrenar y desarrollar activistas dentro y fuera de ellos. El proceso de ganar a la mayoría de los trabajadores en una lista de demandas de sindicatos, creando la unidad militante necesaria para llevar a cabo tales demandas y desarrollar la conciencia política de las masas trabajadoras, son condiciones para la emergencia de un número considerable de activistas.

En esta etapa del comité organizador de trabajadores y de los grupos organizadores, los cuadros de nuestro partido han atraído ya a éste a los elementos avanzados de las filas de activistas de trabajadores. Aquellos que ya completaron el curso de "trabajo de los sindicatos" y el de "la revolución nacional democrática" pueden ser introducidos inmediatamente al marxismo, la ideología de su propia clase a la cual son muy receptivos.

El marxismo leninismo es fácil y profundamente entendido por los trabajadores una vez que son aclarados de una manera simple y relevante y paso a paso. Es hasta después de toda la teoría que toca la esencia de la experiencia diaria de los trabajadores, que se muestra el rol principal de su clase en la revolución y que es atraído a la experiencia revolucionaria del proletariado mundial.

Tan pronto como hay tres o más miembros del partido en una fábrica o línea de trabajo, se puede establecer una rama del partido. El trabajo ideológico, político y organizativo de la rama del partido y los grupos bajo él en la empresa, es la mejor garantía de que las políticas revolucionarias están bajo las órdenes del trabajo del sindicato.
La rama del partido forma y dirige a los grupos del partido embebidos en la dirección del sindicato.

El comité organizador de trabajadores y sus grupos de organización se disuelven cuando se establece la rama del partido y grupos dentro de la empresa, y cuando todos los activistas son integrados en la estructura del sindicato. Los grupos de organización se pueden convertir en grupos administradores y un número de sus miembros pueden calificar para ser miembros de los grupos del partido. Más y más trabajadores pueden ser puestos en círculos de estudio organizados por el partido.

Los comités organizadores de trabajadores como una fuerza clandestina en las filas de éstos, no se detienen en empujar sólo demandas económicas. Debemos combatir el reformismo y el economismo. Los comités organizadores de trabajadores relacionan la lucha económica a la línea general del partido de la revolución democrática del pueblo. Una unidad política fuerte puede forjarse entre los trabajadores a través de grupos de discusión, no sólo sobre los sindicatos, sino también en el rango completo de tópicos sobre la revolución filipina.

Algunos de los cuadros de nuestro partido pueden obtener salarios y subsidios de los sindicatos para dedicarse a tiempo completo al sindicato y al trabajo político. Pero los miembros del partido no monopolizan los altos puestos del sindicato, y los miembros de la secretaría de la rama del partido no se convierten necesariamente en los líderes más altos del sindicato. Permitimos la extensión democrática del sindicato; puede haber buenos líderes sindicales que no completan los requisitos de la membresía del partido. Más aún, no queremos que el enemigo mutile la rama del partido simplemente restringiendo al sindicato o a sus líderes abiertos.

Los sindicatos bajo el liderazgo efectivo del partido no se ponen sólo bajo una federación laboral legal, debido a las tácticas del enemigo que puede suprimirla en cualquier momento. Esto es para prevenir al enemigo de escoger un nido para el ataque. Nuestros sindicatos pueden ser independientes o miembros de varias federaciones laborales. Determinamos el mejor status posible de cada sindicato.

El partido enlaza y coordina secretamente a todos nuestros sindicatos. Nuestras uniones "independientes" pueden retener más ingresos por deberes de membresía y son de alguna manera rescatados del control de los líderes sindicales reaccionarios.

La rama del partido en una empresa busca que miembros del partido y otros activistas, con la ayuda de las masas trabajadoras, hagan un trabajo revolucionario sistemático en las comunidades obreras. Propagamos el movimiento revolucionario de los trabajadores promoviendo contactos entre trabajadores de diferentes empresas, no sólo dentro de federaciones laborales, líneas industriales o áreas de fábricas, sino también a través de las comunidades.

Además de ponerse en contacto con los trabajadores directamente en una fábrica o línea de trabajo dada, podemos ponernos en contacto con trabajadores que puedan trabajar en varios lugares, estableciendo comités de organización de comunidades y desarrollando organizaciones de masas de diferentes tipos en las comunidades de trabajadores. Después de todo, es el estilo apropiado de un comité organizador de trabajadores sostener sus mítines en las casas de sus miembros en lugar de los locales de una fábrica.

Hay también la interacción entre el lugar de trabajo y la comunidad de los trabajadores; entre el comité organizador de trabajadores y el de comunidades, junto con otras organizaciones de masas en la comunidad; y entre la rama del partido basada en el lugar de trabajo y la basada en la comunidad. Los trabajadores de una fábrica pertenecen a varias comunidades y los trabajadores en una comunidad pertenecen a varios lugares de trabajo. Así, la posibilidad de expandir nuestro alcance e influencia es ilimitada en tanto ejercitemos esfuerzos arduos y sepamos como confiar en una cadena sin fín de camaradas y masas.

Profundizando entre las masas trabajadoras, desarrollamos y reforzamos aún más las fuerzas subjetivas de la revolución, los trabajadores organizados y el partido revolucionario del proletariado, el Partido Comunista de las Filipinas entre ellos. El caracter revolucionario proletario del partido es aumentado fuertemente al incrementar el número de cuadros del partido y miembros con orígen en la clase trabajadora, que pueden continuar con la lucha revolucionaria en las áreas urbanas o irse al campo,especialmente con el nuevo ejército del pueblo.

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